13 julio 2011

Vol_Ando

Es inevitable sentir algo especial cuando se va a tomar un avión. Yo siempre recuerdo los momentos de las películas, aquellos en los que el paso por un aeropuerto va acompañado de una dolorosa despedida o de un maravilloso reencuentro.
Hoy, en cambio, tomo el avión como quien agarra el autobús para un trayecto diario. Porque no huyo de nada, no dejo nada aquí que pueda perder y no busco nada, porque ya encontré mucho. Otras veces, un viaje a otro país supuso apartarme de todo para volver a encontrarme. Hoy no.
Así que me voy hacia una experiencia preciosa, como es cada visita a un lugar desconocido, pero acompañada de unos sentimientos que hacen que tomar un avión no sea más que ir de un lugar a otro, puesto que hace ya tiempo que me encuentro volando muy alto.


"Mi vida fuimos a volar con un solo paracaídas"
A. Calamaro

11 julio 2011

Permíteme dudar.

Permíteme dudar. Déjame que me plantee si las cosas podrían ser de otra manera. No te preocupes si me cuestiono hasta lo más básico. No es malo.

Simplemente, nunca supe conformarme sin haber analizado cada una de las opciones. Me gusta mirar atrás, no creo que la melancolía sea siempre negativa. Considero necesario parar a veces, sentarse en el camino y observar lo recorrido durante un rato para después seguir hacia una nueva dirección.

Y hoy es uno de esos días en los que me pregunto absolutamente por todo. Incluso quién soy yo, quién eres tú y dónde estará ella. O él. Todo. Pero quizás en un rato habré reubicado cada cosa y estaré de nuevo en cada lugar donde tú estés.

Hasta entonces, voy a seguir interrogándome para obtener todas y cada una de las respuestas que ahora mismo necesito. 

"No tengo alas para llevarte pero, si faltas, ¿cómo salvarme?"
Ismael Serrano